MEDIAS VERDADES DEL MARKETING

26 Nov 2020

Más de una vez usted debe haber escuchado que los seres humanos debemos beber ocho vasos de agua al día como condición básica para conservar la salud.  El affaire de los ocho vasos viene con una advertencia: no cuenta el agua que contienen las gaseosas, ni los jugos; tampoco la que está naturalmente contenida en las frutas, carnes, vegetales, etc. Los ocho vasos deben ser de agua pura y embotellada. Allí está el truco. Y la mentira.

Aunque a nadie le hace daño tomar agua, hay publicaciones que afirman que no hay evidencia científica sobre que sean necesarios ocho vasos del líquido vital (http://bit.ly/69yc6G), sino de dos a tres litros de líquidos en general.  En internet hay notas científicas (http://bit.ly/bqQ7D)que avalan lo que ahora comparto con ustedes.

Un caso análogo: el ser humano es el único que se pasa la vida ordeñando las ubres de otro mamífero para tomar diariamente su leche por el calcio que esta contiene a pesar de que ese mineral se encuentra también en decenas de productos mucho más saludables y apropiados para nuestra especie (http://bit.ly/7Scpki).

¿Qué hay detrás del agua embotellada y detrás de la leche para que nos hayan endoctrinado a beberlas en tan altas cantidades y con tanta frecuencia?

Hay enormes presupuestos de Relaciones Públicas que sirven para filtrar contenidos en medios de comunicación, en redes sociales y en boca de líderes de opinión.  Se lleva así a la gente a hablar de determinado tema, en determinado sentido. Andrés Seminario lo explica mejor en La Sociedad Karaoke, allí hace una analogía con los salones en los que la gente canta leyendo lo que pone la pantalla.  La sociedad de consumo se comporta igual: repite lo que otros ponen en pantalla, sea del televisor o del celular.  Para el caso que nos atañe: alguien descubrió que podía embotellar agua y ganar dinero, y puso a todos a repetir lo de los ocho vasos de agua al día.

No es casualidad, por tanto, que las campañas pro ocho vasos de agua hayan aparecido junto con el producto agua embotellada.  Ni tampoco es casualidad que las empresas lácteas auspicien congresos médicos, campañas como Got Milk (la del bigote de leche, 1993, California Milk Processor Board) y hasta se involucren en temas gubernamentales de forma oscura como sucedió en Filipinas hace pocos años (http://bit.ly/153qSJ).  Mucho de lo que creemos y de lo que consumimos es producto de karaokes globales que nos ponen a todos a repetir un mismo sonsonete.

 

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