Las herramientas vanguardistas del Marketing permiten a las marcas alcanzar a miles de consumidores y consumidoras con niveles de eficiencia portentosos, sin embargo en medio de tanta eficiencia, las relaciones marca-ser humano tienen a volverse impersonales: ni el mejor community manager ni la más creativa actividad BTL reemplazan la trilogía contacto físico – diálogo (bidireccional) – halago. No al menos de forma tal que produzca el nivel de calidez propio de un encuentro personal.
Volviendo al origen
Sin desconocer la utilidad de los desarrollos contemporáneos, el origen y el destino del Marketing es la vivencia del ser humano en los mercatus, que eran lugares donde se encontraban las personas para comprar y vender. Era el cosco u ombligo del pueblo. El Marketing actual sirve para preservar esa dinámica social en un espacio más amplio, poblado y diverso, donde la magnitud y variedad de la oferta hace que no todos los humanos sean consumidores, pero no impide que todos los consumidores sigan siendo humanos. Humanos que siguen disfrutando del contacto físico, de una conversación y de un halago.
En Ecuador, desde donde escribo estas líneas, hay muchas empresas surfeando la ola del vanguardismo tecnológico del Marketing. Y les va bien. Pero también hay algunas otras que combinan aquello con células de trabajo dedicadas a visitar hogares puerta a puerta. Las y los visitadores van uniformados, armados de una sonrisa, un buen speech y una muestra gratis. Su misión es entablar una conversación, comunicar las bondades del producto, aplicar un breve cuestionario que sirve para romper el hielo y levantar una data muy específica y dar pie a la entrega del sampling.
En la visita se aprovecha para informar o recordar a la persona abordada el punto de compra más cercano –generalmente una tienda tradicional- donde puede adquirir el producto en los siguientes días.
No es sampling
Más de un empresario confunde la actividad con un sampling a mansalva; nada más equivocado. Nosotros lo llamamos Marketing de Célula o simplemente Célula®: personas visitando a personas para promover la prueba gratuita del producto y direccionar a la persona para su compra posterior. Ganan todos: el tendero vende más, el distribuidor le vende más al tendero, los consumidores reciben una visita amable y un regalo, y la marca se ha ganado la simpatía de todos. La competencia, por su parte, ve caer sus ventas por sectores sin saber qué sucede en ellos. Cuando intenta reaccionar, la célula ya va por otro barrio. En una o dos semanas se ha tomado por asalto toda una ciudad a través de sonrisas, logística y el encanto de lo humano.
Si Célula® le ha parecido una actividad útil e interesante para su negocio, contáctenos. En Negocios & Estrategias hemos abordado a cientos de miles de personas a través de este mecanismo que es tan noble como eficiente.