
En el agitado panorama político de América Latina, y particularmente en países como Ecuador, las campañas electorales suelen estar marcadas por intensas estrategias de comunicación diseñadas para influir en la percepción del electorado. Entre estas tácticas, se destacan tres tipos de propaganda utilizadas con frecuencia: la propaganda blanca, la gris y la negra. Cada una de estas formas tiene un objetivo específico y un grado distinto de transparencia, lo que las convierte en herramientas clave —y a menudo polémicas— dentro de la contienda electoral.
Propaganda blanca
La propaganda blanca es aquella que se difunde de forma abierta y explícita, mostrando claramente su origen. Es decir, el mensaje proviene directamente del partido político o del candidato, y está firmemente asociado a su identidad. Un ejemplo típico son los spots publicitarios en televisión o redes sociales donde el candidato presenta sus propuestas, logros o ideología. En Ecuador, esta forma de propaganda es común durante los periodos oficiales de campaña y está regulada por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Propaganda gris
La propaganda gris opera en un terreno más ambiguo. Su origen no es completamente claro, aunque tampoco se oculta de forma deliberada. A menudo se disfraza de contenido informativo o académico, como encuestas, artículos de opinión o análisis en medios digitales que parecen neutrales pero que están influenciados, directa o indirectamente, por actores políticos. En Ecuador, esta forma de propaganda se ha intensificado con el auge de las redes sociales, donde páginas supuestamente independientes viralizan contenido favorable a ciertos candidatos sin declarar vínculos oficiales.
Sin declarar vínculos oficiales, aunque los mayores protagonistas son algunos grandes medios de comunicación, que toman partido por un candidato y disfrazan su afán proselitista en sus noticiarios, en el perfil de los entrevistados, en titulares tendenciosos, etc. Aunque no son lo más oscuro de la propaganda, sí son lo más malsano porque engañan a la ciudadanía.
Propaganda negra
Finalmente, la propaganda negra representa la forma más oscura y manipuladora. Su principal característica es que su origen está completamente oculto y suele atribuirse falsamente a otros actores para generar confusión. Este tipo de propaganda incluye la difusión de noticias falsas, teorías conspirativas, operaciones de bandera falsa o escándalos fabricados, generalmente con la intención de desprestigiar a un adversario político. En campañas ecuatorianas recientes, se ha documentado el uso de cuentas falsas y bots para difundir este tipo de contenidos, afectando la credibilidad del proceso democrático.
En resumen, estas tres formas de propaganda no solo reflejan diferentes grados de transparencia, sino también distintas intenciones dentro del juego político. Entenderlas es esencial para que el electorado pueda ejercer un voto informado y crítico frente a los mensajes que consume durante una campaña.